• Inicio
  • Blog
  • ¿Sabes qué significa sanar a tu niña interior?
¿Sabes qué significa sanar a tu niña interior?

¿Sabes qué significa sanar a tu niña interior?

Sanar a nuestra niña interior no es solo una frase bonita. Es un proceso profundo, transformador y necesario. Es mirarnos con ternura, reconocer las heridas que arrastramos desde la infancia y comenzar a darles un lugar distinto: un lugar de comprensión, amor y validación.

¿Alguna vez te has detenido a pensar en la niña que fuiste?

Esa niña que tal vez soñaba con ser amada, aceptada, cuidada.
Esa niña que reía con todo el corazón… pero también callaba su dolor por miedo a no ser entendida.
Esa niña que hoy habita en ti, aunque a veces la ignores o no sepas cómo acercarte a ella.


¿Por qué es importante?

Porque muchas de las emociones que sentimos hoy —el miedo al rechazo, la necesidad de aprobación, la culpa constante, la dificultad para poner límites o confiar— tienen raíces en esa etapa en la que empezamos a construir nuestra autoestima y nuestro sentido de merecimiento.

Cuando ignoramos a nuestra niña interior, seguimos viviendo desde las mismas carencias: reaccionamos como aquella niña herida, aunque tengamos cuerpo de adulta.

Sanarla es abrazarla. Es decirle:
“Ya no estás sola. Estoy aquí para ti. Lo hiciste lo mejor que pudiste… y hoy te mereces paz.”

Y tú… ¿has conectado con tu niña interior?

¿Has escuchado sus miedos, sus sueños, su necesidad de cuidado?
¿Has identificado qué heridas aún siguen abiertas?
¿Has podido decirle que no tiene la culpa, que no necesita seguir defendiéndose, que ahora puede descansar?

Me encantaría saberlo.

Cuéntame en los comentarios:
¿Qué significa para ti sanar a tu niña interior?
¿Estás en ese camino? ¿Qué has descubierto hasta ahora?

Este espacio es para compartir, reflexionar y sanar juntas.
Porque cuando una mujer sana a su niña interior… empieza a vivir desde el amor, no desde la herida.

Con cariño,

Psic. Ángela Sánchez




Sanar a nuestra niña interior no es solo una frase bonita. Es un proceso profundo, transformador y necesario. Es mirarnos con ternura, reconocer las heridas que arrastramos desde la infancia y comenzar a darles un lugar distinto: un lugar de comprensión, amor y validación.

Te puede interesar
Cerrar X